ZAFRA

La llegada de la zafra marca el comienzo de un nuevo ciclo. Cada año, la cosecha de la caña de azúcar, recuerda a los Quevedo aquellos días en los que las plantaciones eran un lugar de juego y no de duro trabajo. Y esa mentalidad ha quedado impregnada en la generación actual desde la infancia. Quizás por eso José Manuel y María Jesús afrontan cada zafra con la ilusión de elaborar un nuevo ron.
El cultivo, la recogida y el tratamiento de la caña de azúcar para dejarla lista para moler son realizados a mano por cosecheros de La Palma, pero siempre siguiendo las recomendaciones de la familia para garantizar una materia prima de excelente calidad y el máximo respeto por el medio rural.

MOLIENDA

Durante el periodo de zafra, diariamente llega caña recién cortada al trapiche de Ron Aldea. Es el momento de seleccionarla, clasificarla, y pasarla, sin esperas, por el viejo molino mecánico del que se extrae todo el dulce jugo también conocido como guarapo. En la molienda, el jugo fresco es separado del bagazo -un residuo orgánico que es aprovechado por los cosecheros locales para abonar de manera natural sus plantaciones-. En este proceso solo se utiliza el jugo de la primera prensa de caña de azúcar, consiguiendo rones con perfiles aromáticos enormemente ricos en comparación con otros rones de producción industrial.

FERMENTACIÓN

En el proceso de fermentación controlada, -realizada manualmente, y que puede llevar hasta 30 horas-, los azúcares del jugo de caña van convirtiéndose lentamente en alcohol gracias a la propagación de la levadura. La no utilización de aditivos químicos consigue que así se mantengan intactas todas las propiedades naturales del jugo de caña.

DESTILACIÓN

Hace casi un siglo de la primera elaboración de Ron Aldea, y a día de hoy se sigue destilando directamente del jugo de caña, a fuego de leña controlado manualmente por nuestro maestro destilador, y utilizando el alambique original que Don Manuel Quevedo Alemán ordenó construir en 1936. En 2021 se construye un nuevo alambique, replicando el original, pero incrementando su tamaño y su capacidad de destilación. En la actualidad, la elaboración de Ron Aldea se alterna entre ambas columnas de destilación.
Destilar directamente del guarapo, permite a nuestros rones mantener el sabor, aroma y todas las bondades de la caña de azúcar recién cortada, resultando los aromáticos aguardientes que serán la base de nuestros rones.

MADURACIÓN

Las barricas, de diferentes orígenes y niveles de tostado, descansan plácidamente en la oscuridad de nuestra bodega esperando los aguardientes de la nueva añada. El proceso de maduración requiere de paciencia y de gran maestría, no obstante, esos aguardientes pasarán entre seis meses y treinta años madurando en alguna de las 500 barricas de la familia. Una vez que los líquidos llegan a la bodega, el maestro ronero, José Quevedo, cata las barricas personal y periódicamente para determinar el momento justo en el que se ha de embotellar o mezclar con otros para seguir evolucionando hacia variedades más añejas. Las condiciones de humedad, luz, temperatura, el oxigeno, la salinidad del ambiente,… infinidad de factores influyen en un ron conservado en madera, hasta tal punto, que los líquidos no dejan de evolucionar nunca. Y ahí está precisamente uno de los secretos de Ron Aldea: la ubicación de la destilería y la salinidad del ambiente, aportan ligeros matices salobres a nuestros rones más envejecidos.

HIDRATACIÓN Y REPOSO

Las aguas de La Palma son altamente apreciadas en el archipiélago y el naciente de Marcos y Cordero es uno de los manantiales naturales más importantes y recónditos de las islas. De él es de donde provienen las aguas con las que se hidratan los aguardientes elaborados en nuestra destilería y que, posteriormente terminarán convirtiéndose en los rones que embotellamos. Una vez hidratados, los rones vuelven a reposar, almacenados e inmóviles, durante un mínimo de dos meses para conseguir una integración perfecta de los dos elementos -el aguardiente y el agua de manantial de Marcos y Cordero-, en un solo líquido: un ron artesanal, de calidad excepcional y elaborado siguiendo estrictamente los patrones marcados por el fundador de Destilerías Aldea.

Zafra

La llegada de la zafra marca el comienzo de un nuevo ciclo. Cada año, la cosecha de la caña de azúcar, recuerda a los Quevedo aquellos días en los que las plantaciones eran un lugar de juego y no de duro trabajo. Y esa mentalidad ha quedado impregnada en la generación actual desde la infancia. Quizás por eso José Manuel y María Jesús afrontan cada zafra con la ilusión de elaborar un nuevo ron.

El cultivo, la recogida y el tratamiento de la caña de azúcar para dejarla lista para moler son realizados a mano por cosecheros de La Palma, pero siempre siguiendo las recomendaciones de la familia para garantizar una materia prima de excelente calidad y el máximo respeto por el medio rural.

MOLIENDA

Durante el periodo de zafra, diariamente llega caña recién cortada al trapiche de Ron Aldea. Es el momento de seleccionarla, clasificarla, y pasarla, sin esperas, por el viejo molino mecánico del que se extrae todo el dulce jugo también conocido como guarapo. En la molienda, el jugo fresco es separado del bagazo -un residuo orgánico que es aprovechado por los cosecheros locales para abonar de manera natural sus plantaciones-. En este proceso solo se utiliza el jugo de la primera prensa de caña de azúcar, consiguiendo rones con perfiles aromáticos enormemente ricos en comparación con otros rones de producción industrial.

FERMENTACIÓN

En el proceso de fermentación controlada, -realizada manualmente, y que puede llevar hasta 30 horas-, los azúcares del jugo de caña van convirtiéndose lentamente en alcohol gracias a la propagación de la levadura. La no utilización de aditivos químicos consigue que así se mantengan intactas todas las propiedades naturales del jugo de caña.

DESTILACIÓN

Hace casi un siglo de la primera elaboración de Ron Aldea, y a día de hoy se sigue destilando directamente del jugo de caña, a fuego de leña controlado manualmente por nuestro maestro destilador, y utilizando el alambique original que Don Manuel Quevedo Alemán ordenó construir en 1936. En 2021 se construye un nuevo alambique, replicando el original, pero incrementando su tamaño y su capacidad de destilación. En la actualidad, la elaboración de Ron Aldea se alterna entre ambas columnas de destilación.
Destilar directamente del guarapo, permite a nuestros rones mantener el sabor, aroma y todas las bondades de la caña de azúcar recién cortada, resultando los aromáticos aguardientes que serán la base de nuestros rones.

MADURACIÓN Y MEZCLA

Las barricas, de diferentes orígenes y niveles de tostado, descansan plácidamente en la oscuridad de nuestra bodega esperando los aguardientes de la nueva añada. El proceso de maduración requiere de paciencia y de gran maestría, no obstante, esos aguardientes pasarán entre seis meses y treinta años madurando en alguna de las 500 barricas de la familia. Una vez que los líquidos llegan a la bodega, el maestro ronero, José Quevedo, cata las barricas personal y periódicamente para determinar el momento justo en el que se ha de embotellar o mezclar con otros rones para seguir evolucionando hacia variedades más añejas. Las condiciones de humedad, luz, temperatura, el oxigeno, la salinidad del ambiente,… infinidad de factores influyen en un ron conservado en madera, hasta tal punto, que los líquidos no dejan de evolucionar nunca. Y ahí está precisamente uno de los secretos de Ron Aldea: la ubicación de la destilería y la salinidad del ambiente, aportan ligeros matices salobres a nuestros rones más envejecidos.

HIDRATACIÓN Y REPOSO

Las aguas de La Palma son altamente apreciadas en el archipiélago y el naciente de Marcos y Cordero es uno de los manantiales naturales más importantes y recónditos de las islas. De él es de donde provienen las aguas con las que se hidratan los aguardientes elaborados en nuestra destilería y que, posteriormente terminarán convirtiéndose en los rones que embotellamos. Una vez hidratados, los rones vuelven a reposar, almacenados e inmóviles, durante un mínimo de dos meses para conseguir una integración perfecta de los dos elementos -el aguardiente y el agua de manantial de Marcos y Cordero-, en un solo líquido: un ron artesanal, de calidad excepcional y elaborado siguiendo estrictamente los patrones marcados por el fundador de Destilerías Aldea.

CONTACTO

Dónde encontrarnos:

Camino el Melonar, 19
38729 Charco Azul
Isla de La Palma

Teléfono (Centralita): +34 922450568

Teléfono Museo: +34 822900513

       

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